La respiración es el mayor alimento vital. Es posible
abstenerse de comer durante semanas, de beber líquido algunos días, mas sin aire
falleceríamos en pocos minutos.
Si circula por las arterias sangre pobre en oxígeno, la
vitalidad de cada una de las células del cuerpo disminuye.
Además del aporte de oxígeno, la otra función del sistema
respiratorio es la expulsión de dióxido de carbono, único medio del cuerpo para eliminar estos restos.
Diversas fases de la respiración completa:
1) Vacíe los pulmones a fondo La respiración
comienza con una espiración lenta y tranquila, realizada mediante la relajación
de los músculos respiratorios. El pecho se hunde por su propio peso, expulsando
el aire. Al final de la espiración, los músculos abdominales pueden ayudar a
vaciar los pulmones lo más completamente posible, contrayéndolos para expulsar la
mayor cantidad posible de aire viciado. Mientras más a fondo espire, mayor será
la cantidad de aire fresco que podrá entrar y más puro será el aire en contacto
con la superficie alveolar.
2) Haga descender
lentamente el diafragma y deje entrar el
aire en los pulmones desde la base hasta que el abdomen esté hinchado
3) Separe las costillas sin forzarlas
4) para terminar
de llenar los pulmones, levantar las
clavículas
Durante toda la inspiración el aire debe entrar
progresivamente, sin sacudidas, en flujo continuo y lento. No debe hacerse
ningún ruido al respirar.
MUY IMPORTANTE: su espíritu debe estar concentrado
enteramente en el acto respiratorio.
Cuando haya llenado los pulmones por completo, espire en el
orden de la inspiración, lentamente sin esfuerzo. Comprimir el abdomen para
terminar de exhalar. Recomenzar a inspirar. Se puede prolongar este ejercicio
tanto como uno quiera.
Puede realizar esta práctica en cualquier momento: en el trabajo,
caminando, en cualquier ocasión, respire conscientemente y lo más completamente
que pueda. Poco a poco adquirirá el hábito de la respiración completa y su modo
de respirar mejorar, afectando positivamente su humor y eliminando la fatiga.
Fuente: André Van Lisebeth, "Aprendo Yoga", 1969
Fuente: André Van Lisebeth, "Aprendo Yoga", 1969